Partido correspondiente a la 11a jornada de Liga. Nuestro rival era el Moncadense. Partido trabajado por parte de ambos equipos con un 1-2 en el marcador como resultado; pero este fue injusto tras el juego desplegado ya que nos merecimos la victoria; o, como mínimo, el empate.
En la primera parte, nada más empezar, y por no salir todo lo concentradas que se debería, recibíamos el primer gol. A pesar del golpe, aun quedaba mucho partido por delante y debíamos crecer conforme pasaran los minutos para remontar el marcador. Poco a poco, íbamos ganando el control del balón pero no conseguíamos materializar las pocas ocasiones creadas. Esas y un balón enviado al larguero no permitían igualar el marcador. Para colmo, en los últimos minutos de la primera mitad, recibíamos otro mazazo en forma de gol en una contra del Moncadense. Era difícil pero no imposible, el 0-2 del marcador no hacia justicia a lo visto en el campo pero era algo contra lo que teníamos que luchar.
La segunda parte fue de total dominio local, es decir, del Fènix. Con el control del balón y del juego, empujamos al rival a su propio campo durante los 45 minutos, creando claras ocasiones de gol que fueron evitadas por la portera o por los palos, como no. Salvo alguna contra, el equipo contrario no lograba crearnos ocasiones de peligro. Y llegaba el gol, en el minuto 68: una falta al borde del área que se encargaba Mónica de tirar, y en la cual envió el balón al fondo de la portería por donde nada podía hacer la portera. Aun quedaban 20 minutos de partido durante los cuales no nos rendimos y aumentamos el ritmo pero de nuevo la suerte de cara a puerta nos condenaba. En el ultimo minuto del partido, de nuevo una falta en el mismo sitio y de nuevo Mónica frente al balón dispuesta a repetir la acción que nos daría el empate merecido; pero la mala suerte se cebó con nosotras y el balón fue escupido por el palo.
Lástima no haber conseguido la victoria; estos partidos son duros porque crear tantas ocasiones de gol y no materializaras.. estaba claro que el balón no quería entrar. A seguir trabajando y afinando puntería. Eso si, sois muy grandes. ¡Ánimo chicas!